El sacrifico de cerdos para el autoconsumo es una práctica de gran raigambre en Castilla y León. Con el fin de garantizar la protección de la salud de los castellanos y leoneses dicha actividad está regulada normativamente y, adicionalmente, se organiza el desarrollo de cada campaña a través de una instrucción de la Dirección General de Salud Pública.

Con el fin de evitar el grave peligro derivado de la ingestión de carnes infestadas por triquina, aquellas personas que realicen una matanza domiciliaria podrán contactar con un veterinario colaborador o acudir a los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública para que se proceda al análisis de la muestra.

REQUISITOS DE LAS MUESTRAS PARA DIAGNÓSTICO DE TRIQUINA

VETERINARIOS COLABORADORES

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